jeudi 5 septembre 2013

No te fuiste, no me fui

No te fuiste, no me fui

estamos, seguimos

un científico dice que el tiempo y el espacio son eternos,

que somos todos un amor cuántico, omnisciente

arranco las venas secas de mi media clase

se devuelve mi sangre extraviada

Aquí dentro, allá afuera, acá afuera

voy, ando

siempre prendida,

con tierra amarilla y cardón, y guama, con lengua de cordillera y de valle, con un ramo de arnica floreada y sus hojotas, con un capacho rojo indiscreto asomándose por la ventana, y otros capachos sonando en la radio tuyera, la queja de la clavija, una voz curveándose en la panamericana, esquivando camiones de gas, aquel viejo motel, de tristes luces, y viejo cartel, camino adentro con todo y cuentos, carretera adentro con todo y locos, con mango podrido y apachurrado, con asombrosa mata de lechoza, con vieja humillación palúdica, con el habla de la abuela, su vestido y sus lentes, ensártame esta aguja a ver quién puede pasar por ahí, guá, la carretera vieja, Macuto y un puñado de uva de playa, comiendo arena, niña, quieres jugar, empréstame tu tabla, el frío de una piedra de dominó en los dientes y la cascada tramposa del que la revuelve, un lomo doblado, una mirada quebrada, con un brazo batido y torcido, un grito gangrenado en cada plaza Bolívar, un vientre revolcado y un pie estafado, con polvo y pelo y mugre urbana en una oreja que no se calla ni con todo el alcohol de la esquina, tres aguacates por ti, caminito al conuco, la mandarina a mil por hora. 

Después de estos 9 años, de estos seis meses, de estos 15 días, miamor,

no te fuiste, no me fui

estamos, seguimos

somos, acuyá.


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