HELIOTROPO

I. Muerde y recibe este cofre

este plexo dormido

para tu cuidado

para la alta y secreta bóveda de tu paladar.

Despierta el hilo de cada tejido

ensañado con la ausencia

atrapado en la presencia,

Filo.

Uno allá, otro acá, tajado el tiempo en dos

de frente, mirándonos,

de lejos, un recuerdo acechándonos.

Soltando estos verbos

sobrevuelo la montura

esperando la caída dulce y la herida

llegará o no,

pero igual tiemplo las riendas, aguzo el tropel

y van naciendo a mi paso

Verdades

y pasto fresco para inundar de fieltros

y mares

cada uno de tus dientes.

II. Te siento en la punta de cada ojo de mi seno

con ellos veo

fractales del deseo

La trama de un bosque multiplicado

sus ramas siempre recomenzando un amor,

duplicando cada punta, 

Nervio 

abundante siempre Delta

yo qué venia bien embaulada

agostada y única

Me abro en ramas hacia el mar

soltando el gajo

destrenzando la cuerda menuda en rios

de una sangre crecida

Lodazal risueño y esperado

encuentro la quimera y le muerdo las alas.

 

III. Avistar y seguirle de reojo el paso a ese

que aparece

frente a mi

la gota despeinada de sol 

se sostiene flotando 

por su propio peso y densidad

Poder arrostrarlo y besarlo

sin que su ojo me ciegue 

o me anegue

su mirada en mi garganta,

mi mirada en su boca, 

o en su frente

presintiéndolo solo

de frente como nunca

teniendo a esa luciérnaga en la mano

y en pleno dia

caminandome por los labios.

Y agarrar asi esa corriente, miamor,

toreando el empuje con este mirarte pandeado,

recibirte alli,

En tu gota de sal

En tu gota de luz

Exigente

Ingente 

Aguïta.